Un 19 de noviembre se unieron tu alma y mi pena,
el mismo día que bastardos perecieron,
como presos y lacayos de la colmena,
Un 19 de noviembre en la calle Isaac Peral,
una bala maldita tu pecho fue a atravesar.
Fuiste pionero en la lucha antifascista,
padre de algunos, enemigo de los capitalistas.
Tu lucha en la memoria y la historia será recordada,
la calle llora de pena, de tu sangre esta manchada.
Un 19 de noviembre tus días vieron su fin,
pero en nuestros corazones y nuestras mentes aun sigue aquí.
Cuántos Durrutis nos harían falta en estos tiempos...
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