Bajo la atenta mirada de la luna nos encontrábamos abrazados, centrando los ojos en los del contrario, mi corazón latía pausado pero mi nerviosismo era evidente…
En mi cabeza una pregunta martilleaba mis sentidos, mis ojos palpitaban ante tanta presión… ¿lo hago?, ¿no lo hago?, un impulso me condujo a hacerlo, pronto nuestros labios se fusionaron y durante un instante mi corazón dejo de latir y volvió a hacerlo con mas fuerza sobrecargado de adrenalina, mis manos temblaban, y por mis venas solo corría fuego y ardiente pasión.
Sin duda alguna, la mejor decisión que nunca pude tomar.
Y ahora no paro de pensar, en ti, en el hoy, el mañana, en si tu piensas en mi…
Mi cabeza esta sumida en un inmenso caos, pensamientos y deseos van de la mano.
(Fíjate si fue especial, que aun pasados algunos años sigo sin quitarme esa escena de la cabeza, y aun me escuecen las heridas y retumba en mi interior la dura petición que me hiciste días después…)
En general, me gusta todo lo que he leído hoy de ti :)
ResponderEliminarY en especial, esta entrada. Me parece muy profunda. Me encanta.