sábado, 5 de junio de 2010

A los que me conocen:

Siempre he sido alguien enigmático, de pocas palabras pero grandes significados,
de miradas frías pero calidos abrazos, musiquillo de baja escuela, amigo de mis amigos
y de mis enemigos dolor de muelas, siempre fui de recitales lúgubres y cigarrillos humeantes, de lunas de media noche, de poemas delirantes, amigo de lo extraño y de lo diferente, enemigo de los daños y de lo deprimente, engalanado de versos y de té con hielo, de whiskey doble y del desenfreno, preso de la cerveza fría y la fumada inspiración, alérgico a la luz del día en domingos de resurrección, siempre fui el reflejo que encuentro tras los charcos que miro de frente.


Manuel Fernández Guerra.

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