sábado, 13 de noviembre de 2010

Quiero.

Quiero soledad, silencio y aire,
olor a café, té con hielo, y un terrón de azúcar.
Quiero que la tele se rompa, se apague,
y que las noticias funestas acaben de una vez.

Quiero que no haya más lagrimas de tristeza,
ni mas canciones que las nombren,
quiero acordes alegres, flores, pájaros,
quiero luz.

Quiero paseos por el campo, con la brisa de frente,
y el sol en la cara, tus pecas, tus lunares,
como constelaciones que en tu cuerpo se expanden.

Quiero mirar por mi ventana, sin ver nada,
que la monotonía sea desterrada de por vida,
y quiero escuchar un suspiro de placer,
quiero respirar.

Quiero oír una vez más esa canción de Gary Jules,
y ese piano lejano que cautivó a mis oídos,
y atrajo la atenta mirada de mis ojos.

Quiero que se acabe el ruido de los coches,
la contaminación lumínica, quiero estrellas en el cielo,
y una luna que alumbre los tejados,
quiero estrellas en el cielo.


Manuel Fernández Guerra.

viernes, 18 de junio de 2010

Polvo.

Polvo cae de estas palabras viejas,
de los años atrás, que recuerdan allí su estancia,
polvo es la memoria que supuran estas rejas,
polvo es el recuerdo del fracaso y la amargura.

Polvo que al viento vuela y se traslada,
polvo que abarca estos lugares,
polvo en la ignorancia rasgada,
de crudezas imborrables

Polvo que el tiempo dejo,
polvo que traen los años,
polvo de escaso adios,
polvo de recuerdos amargos.


Polvo de antiguas guerras,
producidas por engaños,
polvo de crueldad y avaricia,
polvo de recuerdos vanos.


Manuel Fernández Guerra.

sábado, 5 de junio de 2010

A los que me conocen:

Siempre he sido alguien enigmático, de pocas palabras pero grandes significados,
de miradas frías pero calidos abrazos, musiquillo de baja escuela, amigo de mis amigos
y de mis enemigos dolor de muelas, siempre fui de recitales lúgubres y cigarrillos humeantes, de lunas de media noche, de poemas delirantes, amigo de lo extraño y de lo diferente, enemigo de los daños y de lo deprimente, engalanado de versos y de té con hielo, de whiskey doble y del desenfreno, preso de la cerveza fría y la fumada inspiración, alérgico a la luz del día en domingos de resurrección, siempre fui el reflejo que encuentro tras los charcos que miro de frente.


Manuel Fernández Guerra.

viernes, 14 de mayo de 2010

Quieromordertelalenguaunavezmás...

Bajo la atenta mirada de la luna nos encontrábamos abrazados, centrando los ojos en los del contrario, mi corazón latía pausado pero mi nerviosismo era evidente…
En mi cabeza una pregunta martilleaba mis sentidos, mis ojos palpitaban ante tanta presión… ¿lo hago?, ¿no lo hago?, un impulso me condujo a hacerlo, pronto nuestros labios se fusionaron y durante un instante mi corazón dejo de latir y volvió a hacerlo con mas fuerza sobrecargado de adrenalina, mis manos temblaban, y por mis venas solo corría fuego y ardiente pasión.
Sin duda alguna, la mejor decisión que nunca pude tomar.
Y ahora no paro de pensar, en ti, en el hoy, el mañana, en si tu piensas en mi…
Mi cabeza esta sumida en un inmenso caos, pensamientos y deseos van de la mano.


(Fíjate si fue especial, que aun pasados algunos años sigo sin quitarme esa escena de la cabeza, y aun me escuecen las heridas y retumba en mi interior la dura petición que me hiciste días después…)

viernes, 30 de abril de 2010

Rico de tiempo perdido.

Hoy tengo claro, que las horas perdidas, por motivos extraños no son más que morralla añadida al tiempo y espacio de cada vida, de cada persona distinta.
No obstante la mayor parte de las veces, esas horas perdidas son las que marcan el rumbo, son los espacios temporales más productivos para un futuro inesperado y único,
con esto no digo, que toda persona que pierda el tiempo, tendrá un porvenir productivo ni mucho menos, si no mírenme a mi alguien con tanto tiempo libre, y dedicándome a hablar de ello, es algo absurdo pero a su vez entretenido.


Quiero que esta noche
pasen las horas volando,
sin mirar atrás,
sin melancolía,

Quiero que esta noche,
el viento susurre a mi oído,
aquello que quiera contar,
aquello que cualquier persona odiaría.

Quiero que esta noche,
sea cruel y sincera conmigo,
que me hable de caballeros andantes
inexistentes, de sueños errantes,
de canciones tristes y banqueros amables,
de sueños posibles, de buenas ideas,
de un placer indestructible,
y de cárceles sin rejas.

De deseos enlatados,
comprados a gusto del consumidor,
de pisos baratos, de amor de contenedor,
y sobre todo, sobre todo de ti,
de la necesidad de no necesitarte,
del placer de odiarte y a la vez amarte,
de no saber que decir cuando estas delante,
de todo de nada, del principio del fin,
de paradojas extrañas, de las rarezas,
de la miseria, la pobreza, de ser rico,
rico de espíritu, rico de ganas de llorar,
rico de sonrisas amplias…

Como ya dije antes, el tiempo perdido es productivo,
pero aun no he hablado del no perdido…



Manuel Fernández Guerra

sábado, 6 de marzo de 2010

Buenaventura.


Un 19 de noviembre se unieron tu alma y mi pena,
el mismo día que bastardos perecieron,
como presos y lacayos de la colmena,

Un 19 de noviembre en la calle Isaac Peral,
una bala maldita tu pecho fue a atravesar.

Fuiste pionero en la lucha antifascista,
padre de algunos, enemigo de los capitalistas.

Tu lucha en la memoria y la historia será recordada,
la calle llora de pena, de tu sangre esta manchada.

Un 19 de noviembre tus días vieron su fin,
pero en nuestros corazones y nuestras mentes aun sigue aquí.

lunes, 22 de febrero de 2010

CRUDA REALIDAD


Adentrándome en las entrañas de la ciudad, percibo las malas vibraciones, el rencor, la soledad, y observo detenidamente, el semblante de la gente, que sus vicios buscan saciar
Pero de qué me extraño, es la crudeza del mundo, sin tapujos, sin engaños, sentimiento furibundo, que mantiene vivo el daño.
Y los niños ya no juegan a la pelota, ahora sus juegos son las balas, y ahora parece de idiota esconder los dientes bajo la almohada, y los niños ya no juegan al escondite, ahora trabajan para traficantes, que los manejan como títeres, sin que ellos se percaten.
Adentrándome en las entrañas de la ciudad veo restos de corazones, de personas, de dementes, que perdieron sus razones, para vivir dignamente.

jueves, 18 de febrero de 2010

Y que tú, yo…


De tu piel, mi alma,
y de tu alma mis besos,
y que tu cuerpo sobre mi cama,
sea preso de mis dedos.

Y que tu luz mi camino,
y tu camino la locura,
y que presas del destino,
caminemos siempre a oscuras.

Y tu pelo mi manto,
y tu manto mis huesos,
y que tus ojos sin su llanto,
sean los faros del regreso.

Y que yo, tú,
recordando lo que fuimos,
que quisiera caminar,
al infinito si es contigo

Y que tú, yo,
y que yo sea tu ombligo,
porque dentro de mi corazón,
estarás siempre conmigo.



Manuel Fernández Guerra.

martes, 9 de febrero de 2010

Yo

Soy poeta de hoteles baratos,
y alcobas vacías,
vividor de las oscuras noches,
y moribundo en tus días.

Se soñar en los sueños perdidos,
de estrellas distraídas,
bebedor de los vasos sin fondo,
y las miradas perdidas.

Soy adicto al mosto barato,
y al costo robado,
trovador de canciones de rock,
de los grupos más malos.

Y rebusco al final del vagón,
de este tren sin destino,
que me lleva hasta el corazón,
del hombre más ladino.



Manuel Fernández Guerra.

martes, 26 de enero de 2010

Sentir[te]


Casi puedo oler tus suspiros en el aire,
tus lágrimas sobre arena mojada,
y el olor del asfalto húmedo de tu calle.

Aun tengo el sabor, de tus labios insaciables,
de tu piel tersa y lisa,
de tus manos al tocarme.

Y puedo ver, tu sombra en las paredes,
tu cara tras el cristal de mi ventana,
y el reflejo de tus ojos azules.

Casi puedo tocar tu pelo con mis dedos,
y tú mi cuerpo con los tuyos,
para dejar de ser dos cuerpos,
y pasar a ser solo uno.


Manuel Fernández Guerra.

jueves, 7 de enero de 2010

Santa Julieta.


Santa Julieta, madre del amor,
diosa bendita, del deseo y la pasión.

Bendita tú eres entre damas de burdeles,
bendito es tu sexo, y de tu cuerpo el calor.

Oh amada mía, que por dinero te alquilas,
oh amada mía, dueña de mi inspiración.

Estrella que me guías hasta el más promiscuo cielo,
estrella que me llevas a la total desesperación.


Manuel Fernández Guerra.

martes, 5 de enero de 2010

TIME.


El irrelevante TIEMPO, hoy volvió a mostrarme el camino de lo incierto.
Las nubes que sobre nuestras cabezas pasaban en ese momento,
seguro que miraron con recelo, como nos fundíamos de nuevo en un beso,
y lo cierto, ¿lo cierto?, lo cierto no existe, no existe tampoco lo perverso,
visto desde diferentes puntos, los conceptos son cambiantes, como el TIEMPO.
Y de nuevo nos enlazamos en una cadena, que no para de morderse la cola,
como esos días en los que por más que mires a tu alrededor ves lo mismo una vez y otra, y por más que intentas cambiarlo, hay está de nuevo, el reloj que sobre la mesilla,
marcando el ritmo del TIEMPO, la chaqueta, que en el respaldo de la silla va cogiendo forma cuadrangular, el libro, aquel que no terminaste de leer, por que te parecía siniestro, los miedos que enlatamos cada día y guardamos como amuletos, amuletos que no sacamos a la luz y mantenemos en secreto, para que nadie pueda
ver, nuestros sentimientos más sinceros, y la sinceridad se pierde en un negro agujero
que tapado con mentiras se alimenta por momentos, y alimenta el odio, la ira,
la rabia y el desenfreno.


Manuel Fernández Guerra

Todo me recuerda a ti.

He despertado esta mañana,
y todo me recuerda a ti.
Tu olor en mi almohada,
tus fotos, los discos que contigo escuchaba,
todo me recuerda a ti.

Siento que escribo sin sentido,
si no te encuentras a mi lado.
Me encuentro un tanto distraído,
¿distraído o desolado?

Creo que hoy te he perdido,
y no quiero ya buscarte,
porque temo que tus ojos,
ya no quieran mirarme

He despertado esta mañana
y todo me recuerda a ti.
Tu cuerpo en mi cama,
tus besos, mis versos, que antes contaba,
todo me recuerda a ti.


Manuel Fernández Guerra